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TDAH: Repercusiones de un diagnóstico tardío

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TDA, THD, TDH, TDHA, TDAH, lo hemos visto escrito y nombrado de mil formas diferentes pero… ¿qué es el Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad? Es un Trastorno con inicio en la infancia pero que persiste en la edad adulta, donde sus manifestaciones más graves para la familia y las dificultades para controlarlas suelen ocurrir a esta edad.

A día de hoy, el TDAH es una de las patologías más frecuentes en la infancia y de mayor prevalencia. El TDAH se ha convertido en todo un desafío para el futuro en la investigación psiquiátrica y neurológica en los adultos.

En este artículo vamos a explicar de forma muy concreta qué síntomas presentan las personas con TDAH y las dificultades derivadas de no actuar a tiempo. Si necesitas saber qué es el TDAH y cuáles son los tratamientos recomendados, en este artículo te facilitamos la información más actualizada. En definitiva, te ayudaremos a conocer mejor este trastorno y qué puedes hacer al respecto.

Los síntomas y dificultades asociadas que presentan las personas con TDAH

El Trastorno de Déficit de Atención por hiperactividad se caracteriza por ser un trastorno del desarrollo cuyo origen es neurobiológico y los síntomas del TDAH han sido ampliamente estudiados debido a su alta prevalencia en la población infantil que se sitúa alrededor del 3% y 7%.

niños subiendo y bajando de un árbol como ejemplo de hiperactividad infantil

Características Clínicas Generales del TDAH

Las manifestaciones clínicas de este trastorno tienen que ver con alteraciones en tres áreas principales, siendo estas:

  1. Déficit en la Atención, que se caracteriza por las dificultades que se presentan para mantener la atención sostenida durante largos períodos de tiempo, problemas para concentrarse y una alta distractibilidad ante los estímulos externos e internos.
    
  2. Hiperactividad Motora o Mental la cual dificulta al individuo mantenerse quieto o en un exceso de actividad física.
    
  3. Impulsividad o dificultad para controlar las respuestas emitidas o que la persona actúe sin pensar en las consecuencias de sus actos.

La presencia de estos síntomas, por lo general trae problemas a la persona y les dificulta adaptarse plenamente a su entorno escolar, familiar o laboral. Los síntomas suelen persistir de la infancia a la edad adulta. El individuo puede desarrollar estrategias para adaptarse al entorno y aprender a canalizar los síntomas a través de apoyo especializado.

En la mayoría de los casos, el TDAH suele venir acompañado de otros trastornos o manifestaciones clínicas y presenta una alta comorbilidad con diversos trastornos clínicos.

Para poder diagnosticar clínicamente el Trastorno de Déficit de atención por hiperactividad podemos basarnos en los criterios diagnósticos empleados en el DSM V. También podemos especificar el tipo de Déficit de atención y su nivel de gravedad.

Síntomas y Criterios diagnósticos del DSM V para el Déficit de Atención por Hiperactividad

En el DSM V El Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad o TDAH se agrupan los síntomas en varios criterios, que pasamos a detallar a continuación.

Síntomas del TDAH incluidos en el Criterio A.

Un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por Inatención y/o Hiperactividad e impulsividad:

1. Síntomas de Déficit de Atención:

Para hablar del déficit de atención en niños y sus síntomas deben presentarse seis (o más) de las siguientes características, y deben haberse mantenido en el tiempo durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas o laborales:

niños hiperactivos que su impulsividad les hace presentar conductas molestas hacia los demás
  • A menudo falla en prestar la debida atención a detalles o por descuido se cometen errores en las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades.
  • Presenta frecuentemente dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas. Por ejemplo, la persona tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o la lectura prolongada.
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente. Por ejemplo, parece tener la mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
  • Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los deberes laborales.
  • Se observa dificultad para organizar tareas y actividades. Por ejemplo, dificultad para gestionar tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos.
  • Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido. Por ejemplo el hacer tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos.
  • Suele perder cosas necesarias para tareas o actividades. Por ejemplo materiales escolares, lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil.
  • Se distrae con facilidad por estímulos externos. El déficit de atención en adolescentes mayores y en adultos, puede incluir pensamientos no relacionados.
  • A menudo olvida las actividades cotidianas. Por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas.
2. Hiperactividad en niños e impulsividad:

Para hablar de hiperactividad infantil deben presentarse seis (o más) de los siguientes síntomas, y deben haberse mantenido en el tiempo durante al menos 6 meses en un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades sociales y académicas o laborales:

  • Un niño hiperactivo, con frecuencia, juguetea o golpetea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
  • Suele levantarse en situaciones en que se espera que permanezca sentado. Por ejemplo se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar.
  • La hiperactividad en niños se hace evidente porque a menudo corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. En adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.
  • Se puede observar la dificultad para jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
  • Con frecuencia está “ocupado,” actuando como si “lo impulsara un motor”. Por ejemplo, se siente incómodo o le cuesta estar quieto durante un tiempo prolongado.
  • Uno de los síntomas de un niño hiperactivo es que Habla excesivamente.
  • Los niños hiperactivos suelen responder inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta. Por ejemplo, termina las frases de los otros; no respeta el turno de conversación.
  • A los niños con hiperactividad le cuesta mucho esperar su turno. Por ejemplo, mientras espera en una cola.
  • Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros. Por ejemplo, se mete en las conversaciones, juegos o actividades. Puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin esperar o recibir permiso. En adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que hacen los demás.

Los síntomas del TDAH explicados no son sólo una manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere un mínimo de cinco síntomas.

Como podemos observar el Criterio A se corresponde con los síntomas que pueden estar presentes en el caso del déficit en la atención, o en la presencia de hiperactividad/impulsividad.



Características del TDAH necesarias para el Criterio B.

Para cumplir con este criterio, algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos debían estar presentes antes de los 12 años.

Los Síntomas TDAH que tienen que cumplir el Criterio C.

En este criterio, es necesario que varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estén presentes en dos o más contextos. Por ejemplo, en casa y en la escuela o en el trabajo. Con los amigos o parientes; en otras actividades.

niño en un columpio como ejemplo de niño con gran actividad motora

TDAH en niños y en adultos, síntomas que aparecen en el Criterio D.

Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.

Síntomas del TDAH en el Criterio E.

Los síntomas del TDAH no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental. Por ejemplo, el Trastorno del Estado de Ánimo, Trastorno de Ansiedad, Trastorno Disociativo, Trastorno de la Personalidad, intoxicación o abstinencia de sustancias.

Otros síntomas o problemas asociados con el TDAH

En un alto porcentaje de casos, los síntomas del TDAH vienen acompañados de otros problemas y trastornos asociados. Éstos le complican al niño o al adulto con TDAH su funcionamiento y adaptación en diversos ámbitos y entornos.

Problemas de aprendizaje asociados a los síntomas del TDAH

los niños con hiperactividad presentan dificultades durante las tareas escolares

En el caso de los niños, pueden sentirse confundidos debido a la dificultad para controlar su comportamiento y el exceso de actividad motora que presentan. El exceso de actividad hace evidente su dificultad para estar quietos o permanecer sentados. Si añadimos, además, la dificultad para prestar atención, el resultado de ambas combinaciones hace que un alto porcentaje de estos niños pueda presentar problemas escolares. Estos problemas no sólo aparecen en el nivel de rendimiento académico sino también en relación a la interacción con sus pares y maestros.

La atención es una función ejecutiva superior que nos permite seleccionar los estímulos que tenemos que focalizar para que nuestro cerebro pueda procesar la información proveniente del medio debidamente. Si este proceso se ve comprometido, el niño presentará dificultades a la hora de aprender y procesar nuevos contenidos. Este hecho repercute también en su autoestima y autoconcepto. Es común que estos niños sean “los más lentos” de la clase, o que se sientan menos inteligentes que el resto debido a que el déficit de atención puede comprometer su proceso de aprendizaje.



Más caídas y accidentes cuando se presentan síntomas del TDAH

Los accidentes físicos, caídas y lesiones es otra característica de un niño con TDAH debido a que les cuesta prestar atención al medio, por su dificultad para inhibir conductas y respuestas motoras, o por su tendencia a actuar antes de pensar en las consecuencias de sus acciones. 

Las dificultades sociales y emocionales como problemas derivados del TDAH

Si no presentan el apoyo, la comprensión y la contención adecuada por parte de sus maestros y adultos significativos pueden llegar a ser “los niños problema” en sus entornos, debido a su dificultad para seguir instrucciones, concentrarse y terminar sus tareas. Los profesionales educativos o su familia puede pensar que el niño es oposicionista, o retador, y castigarlo a menudo, o reprenderlo por actos que no puede controlar.

la hiperactividad y la impulsividad puede derivar en problemas sociales y emocionales

La interacción con sus compañeros puede resultar difícil. Esto puede derivar en problemas sociales y emocionales al no sentirse aceptados o integrados en el grupo. Las dificultades en las relaciones sociales influyen directamente en su autoestima y en cómo se perciben a sí mismos. Es decir, que influye en su autoconcepto. Un ejemplo es sentirse culpable por las “malas conductas” o rechazado al no ser escogido para jugar con las amistades.

Por último, otro síntoma que puede presentarse en los Trastornos del Déficit de Atención por Hiperactividad y aparece en el caso de adolescentes y adultos. Las personas con TDAH pueden ser más propensos a caer en el abuso del alcohol o las drogas debido a su impulsividad. De igual manera, las personas que padecen este trastorno pueden presentar problemas de insomnio o desajustes en el sueño.

Síntomas del TDAH en adultos versus Síntomas en los niños con TDAH

El TDAH es un trastorno del neurodesarrollo lo cual implica que a pesar de que la manifestaciones de los síntomas pueden variar a lo largo de las diversas etapas del desarrollo del individuo, esta es una afección que acompaña a la persona de por vida.

La presencia de los síntomas del TDAH puede no ser tan clara en los adultos como en los niños. Si la persona adulta con TDAH ha acudido a terapias o intervenciones es probable que hayan aprendido a manejar varios síntomas del Trastorno por Déficit de Atención, lo que puede encubrir el diagnóstico. A pesar que los síntomas asociados con la hiperactividad podrían disminuir o manifestarse más como inquietud que como hiperactividad motora, los síntomas asociados con la inatención o la impulsividad podrían estar presentes en mayor medida.

La presencia de hiperactividad en adultos puede manifestarse de modo diferente a la de los niños. En los adultos aparece más como una excesiva actividad. Por ejemplo, en los trabajos, pueden elegir trabajos que presenten alta demanda o buscar actividades que requieran estar en constante actividad y al final suelen sentirse sobrecargados. También pueden ser personas adictas al deporte o que estén involucrados en diversas actividades al mismo tiempo.

los adultos con hiperactividad han aprendido a canalizar su necesidad de ejercicio hacia diferentes deportes y actividades

Por su parte, los síntomas de inatención pueden manifestarse en actividades laborales que requieran concentración por largos períodos de tiempo, o en actividades que requieran de organización, planificación y establecimiento de prioridades. También pueden olvidar realizar llamadas, citas o actividades programadas de forma previa.

Con respecto a los síntomas de impulsividad, pueden manifestarse en las relaciones interpersonales, al explotar de forma repentina y no poder controlar diversas emociones. Conducir de forma impulsiva o temeraria, y consumir drogas y alcohol.

Por último, es importante destacar que en los adultos el diagnóstico podría resultar un poco más complicado debido a la alta comorbilidad existente con otros Trastornos del Estado de Ánimo y el Abuso de Sustancias.

¿Qué tratamientos existen para el TDAH?

Desde el colegio o pediatría os han hablado del TDAH y ahora no sabéis cómo se trata o que intervención o metodología debéis seguir a continuación. Os contamos las intervenciones que avalan los estudios científicos.

El tratamiento que los niños y niñas con TDAH necesitan, es altamente recomendado que tenga un enfoque multidisciplinar y un programa multidimensional. Tened en cuenta que se hace mucho hincapié en que sea lo más adaptado posible a la persona con TDAH.

Una Intervención específica e individualizada para cada persona con TDAH

El tratamiento de un niño con TDAH no tiene por qué ser igual a otro niño con TDAH. Se debe adaptar la intervención y cada uno de los programas a cada persona con TDAH. La adaptación va a depender de su edad, características personales, familiares y sociales y, especialmente del nivel de desadaptación que presente o que pueda presentar en un futuro cercano.

Según numerosos estudios los programas multidimensionales de tratamiento individualizados deben apoyarse en:

  • En un Programa de Intervención Familiar
  • Programa de Intervención Psicoeducativa y emocional
  • Posibilidad de un Tratamiento Farmacológico.

A continuación, vamos a especificar en qué consiste cada una de las intervenciones y posibles recomendaciones.

Recordamos que estas intervenciones deben realizarse en conjunto y no de manera separada. El tratamiento más efectivo es aquel que tiene el conjunto de todas estas intervenciones.

Tratamiento de Intervención familiar en niños y niñas con TDAH

El ámbito familiar es donde se percibe el mayor efecto del TDAH. Se debe a que las familias deben aceptar, comprender y adquirir las habilidades y estrategias necesarias para responder a las dificultades conductuales y demandas que presente el niño con TDAH. Esto lleva a muchas familias a sentirse sobrecargadas y abrumadas necesitando Apoyo Emocional y Psicológico.

Desde esta intervención se ponen a disposición las Escuelas de padres y grupos de apoyo. Se enseña a las familias técnicas para el manejo del estrés. Se otorgan estrategias para manejar el TDAH y técnicas de modificación de conducta para que aborden desde casa los problemas conductuales que puedan surgir.

Intervención psicoeducativa y emocional

Se ha demostrado que la medicación tienen un efecto positivo en los síntomas nucleares del TDAH. Sin embargo, no ofrece estrategias ni ayuda en la adquisición de habilidades y tampoco resuelve otros problemas asociados. Por este motivo, es importantísimo combinar las intervenciones. Además, los estudios avalan una mayor eficacia cuando se combina la medicación con una intervención psicoeducativa.

La intervención psicoeducativa parte de la premisa de educar al paciente y a la familia sobre el trastorno, adaptar el entorno a las necesidades de cada persona y mejorar las habilidades de abordaje de los pacientes, padres y educadores.

El tratamiento del TDAH desde la intervención psicológica

La tratamiento psicoterapéutico atiende a los aspectos cognitivos, emocionales, afectivos, sociales y conductuales. Estos aspectos se trabajan con técnicas de modificación de conducta, cognitivo-conductuales o intervenciones neuropsicológicas. Estas intervenciones tienen como objetivo:

  • Modificar los comportamientos disfuncionales en caso que los haya.
  • Reforzar las áreas cognitivas más deficitarias que el niño con TDAH presente.
  • Tratar los problemas emocionales, afectivos y realizar un entrenamiento de habilidades sociales.
  • Programas de desarrollo personal para adolescentes y adultos.
  • Mediación.
  • Entrenar en el manejo de habilidades y estrategias de funcionamiento para el día a día.

El tratamiento del TDAH en la Intervención educativa

El principal objetivo de la intervención educativa es mejorar el rendimiento académico del niño o niña con TDAH en su etapa educativa y reducir los efectos negativos del TDAH en su aprendizaje.

Dicha intervención se lleva a cabo a través adaptaciones curriculares, medidas específicas y acciones dirigidas a la mejora de su adaptación escolar y académica.

Para ello, es necesaria la formación del profesorado sobre el TDAH para dotarles de estrategias en el manejo de alumnado con TDAH. Centrarse en las dificultades de aprendizaje que el alumno o alumna con TDAH presenten para abordarlas. Es importante llevar a cabo protocolos de actuación tanto del profesorado como de la actuación familia-escuela.

Tratamiento Farmacológico del TDAH

Para el tratamiento de los síntomas nucleares del TDAH la evidencia científica dice que el tratamiento farmacológico es lo más efectivo para reducirlos. Los síntomas nucleares, aclaramos, son el déficit de atención, la hiperactividad y la impulsividad.

medicamentos para minimizar los efectos del tdah

Los estudios de las buenas prácticas informan que la decisión de usar medicación en los niños y niñas con TDAH debe hacerse de forma conjunta con los tutores legales: madres, padres o cuidadores. Debe tomarse esta decisión tras explicar los beneficios esperados y los riesgos potenciales de dicha medicación.

Para plantear el tratamiento farmacológico es recomendable acudir a un profesional médico adecuadamente cualificado y experto en TDAH. Tendrá en cuenta la edad del paciente, la gravedad de los síntomas, las características del fármaco, la presencia de comorbilidad con otros trastornos, las características y preferencias de la familia.

Elección del fármaco

La American Academy of Pediatrics, la Texas Children’s Medication Projects y la guía NICE recomiendan los psicoestimulantes como tratamiento de primera línea para el TDAH. En especial cuando no hay comorbilidad. Entre ellos se encuentra el Metilfenidato

La atomoxetina podría considerarse la medicación de primera línea para el TDAH comórbido con abuso de sustancias, ansiedad o tics.

Si los tratamientos médicos no funcionasen, el clínico debe proceder a una revisión cuidadosa del diagnóstico. Puede existir la posibilidad que algún trastorno comórbido esté ensombreciendo la evolución. Será necesario valorar otras alternativas terapéuticas disponibles. (M. LORO-LÓPEZ, ET AL 2009)

Déficit de Atención por Hiperactividad o TDAH ¿qué es?

El Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad fue descrito por primera vez a mediados del siglo XIX. Fue Barkley en el año 1989 quien introdujo las primeras definiciones de este trastorno. Según Barkley el TDAH es el exceso de actividad motora donde predomina una gran agitación, que por lo general podría acompañarse de actos impulsivos.

Con el tiempo las deficiencias en la atención empezaron a tener más protagonismo en las descripciones de este trastorno. En función de la sintomatología se puede clasificar el TDAH en varios subtipos que describiremos más abajo.

El Trastorno de Déficit de Atención por Hiperactividad es considerado como uno de los trastornos del neurodesarrollo y presenta una alta prevalencia en la infancia. Se caracteriza por la presencia de tres características principales:

  1. Un déficit en la capacidad de sostener la atención durante periodos prolongados de tiempo o atención dispersa
  2. Hiperactividad motora o exceso de actividad motora
  3. La presencia de conductas impulsivas o problemas en el control de los impulsos.

Para que se pueda diagnosticar este trastorno los síntomas deben aparecer en la infancia. En el DSM V concretamente, se expone que puede diagnosticarse antes de los 12 años. Para realizar el diagnóstico es necesario que los síntomas estén presentes al menos seis meses de forma consecutiva.

Este trastorno es de origen neurobiológico y tiene una evolución crónica a lo largo del tiempo. A pesar de no tener cura, puede ser tratado con intervenciones farmacológicas y terapéuticas. Es importante intervenir de forma temprana para favorecer el pronóstico de la persona afectada. 

El TDAH según el CIE-10, DSM IV y DSM V

A lo largo del tiempo algunos de los sistemas de clasificación internacional más conocidos han utilizado diversos criterios para definir y delimitar lo que es el TDAH. Dentro de estos sistemas internacionales encontramos el CIE-10, el cual utiliza los criterios diagnósticos de la OMS; el DSM IV y la última versión actualizada del DSM V. En estos manuales se encuentran contemplados diversos subtipos o categorías del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad basadas en la predominancia de los síntomas presentes.

Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad o Trastorno Hipercinético según el CIE-10

De acuerdo al CIE- 10 que es la clasificación de los trastornos mentales y del comportamiento según la OMS, este trastorno es conocido como Trastorno Hipercinético, y para su diagnóstico se requieren la presencia clara de estos tres síntomas:

  1. Déficit de atención
  2. Hiperactividad
  3. Impulsividad

Los síntomas deben sostenerse durante al menos 6 meses y no deben ser explicados por otros trastornos. Debe diagnosticarse antes de los 7 años de edad.

Subtipos de TDAH de acuerdo al CIE-10

En el CIE-10 existen 3 subtipos de este trastorno de acuerdo a los síntomas predominantes

  1. Cuando la falta de atención es la característica afectada en mayor grado, se considera un Trastorno por Déficit de Atención o TDA
  2. Si los niños o niñas que no presentan déficit de atención pero sí presentan altos niveles de Hiperactividad e Impulsividad, se considera un Trastorno en la Actividad.
  3. Por último, en el caso que los niños o niñas presenten los síntomas pero sólo en un ambiente específico como en la casa o el hogar, se considera un Trastorno Específico del hogar o del colegio.

Trastorno de Déficit de Atención por hiperactividad según el DSM IV

En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM IV, los criterios diagnósticos son muy parecidos a los considerados en el CIE-10. También considera que la característica principal del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad. Siendo de carácter más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar.

Hay que tener en cuenta que algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o de desatención causantes de problemas pueden haber aparecido antes de los 7 años de edad.

El DSM-IV tiene en consideración que los problemas derivados de los síntomas del TDAH deben producirse en al menos dos contextos o entornos. Por ejemplo, en casa y en la escuela. Además, debe haber pruebas claras de interferencia en la actividad social, académica o laboral propia del nivel de desarrollo. Del mismo modo que en el CIE-10, los síntomas no deben estar causados por otros tipos de trastornos del neurodesarrollo como el autismo o trastornos del estado de ánimo.

En el CIE-10 no se considera relevante que la presencia de los síntomas sean extrapolables a diversas situaciones. Sin embargo, en el DSM si se considera este hecho como parte de los criterios diagnósticos del tdh.

que es el deficit de atencion

Subtipos del Trastorno de Déficit de Atención de acuerdo al DSM IV

El DSM-IV también tiene en cuenta 3 subtipos del déficit de atención con hiperactividad. Es importante mencionar que el DSM-IV considera que para establecer el subtipo en el diagnóstico se tienen en cuenta los síntomas predominantes durante los últimos 6 meses.

  1. El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad tipo combinado, debe utilizarse si han persistido por lo menos durante 6 meses síntomas de déficit de atención y síntomas de hiperactividad e impulsividad.
  2. El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, tipo con predominio del Déficit de Atención. Cuando han persistido por lo menos durante 6 meses los síntomas de desatención y presenta menos dificultad en hiperactividad e impulsividad.
  3. El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad donde predomine la hiperactividad y la impulsividad. Deben presentar las dificultades de hiperactividad e impulsividad durante al menos 6 meses y no ser tan alarmante o preocupante el déficit atencional.

Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad según el DSM V

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association), ha sacado recientemente la última versión de su manual DSM, el DSM-V. Los criterios diagnósticos para el Trastorno de déficit de atención e hiperactividad recogidos en esta última versión no se diferencian mucho des los del DSM IV.

Sin embargo, a diferencia del CIE-10 y el DSM-IV en donde la edad de la aparición de los síntomas de falta de atención, hiperactividad e impulsividad deben estar presentes antes de los 7 años, en el DSM V se amplía el criterio de edad hasta los 12 años.

Subtipos del TDAH de acuerdo al DSM V

Con respecto a los subtipos de este trastorno contemplados en el DSM V, son muy parecidos a los criterios aplicados en el DSM IV con respecto a la preponderancia de los síntomas de inatención versus los síntomas de hiperactividad e impulsividad. Los nombres para cada subtipo, son:

  1. Tipo combinado
  2. Predominante con falta de atención
  3. Presentación predominante hiperactividad-impulsividad.

A diferencia del CIE-10 y el DSM IV en donde no se especifica la gravedad del trastorno, en el DSM V se considera la gravedad del trastorno de acuerdo a la intensidad y presencia de los síntomas. Pudiendo ser:

  1. Leve. en el caso de que sólo aparezcan los síntomas necesarios para poder hacer el diagnóstico de TDAH y estos sólo producen un deterioro mínimo en el funcionamiento del individuo
  2. Moderado. Cuya gravedad se sitúa entre la leve y la grave.
  3. Grave. Se caracteriza por la presencia de muchos síntomas más allá de los necesarios para poder hacer el diagnóstico, los cuáles además producen un deterioro significativo en el funcionamiento del individuo.

Conociendo las causas del TDAH

Las causas del TDAH han sido objeto de estudio desde diferentes campos de la salud, como la psiquiatría, psicología, neurología o neuropsicología. Esto es debido a la alta frecuencia de aparición de casos en los últimos años.

La misión de encontrar la causa o causas del TDAH es disminuir o eliminar los efectos del Trastorno en la vida de las personas que lo padecen. Esto les permitiría adaptarse de forma plena en todos los entornos de su vida. Ya sea familiar, laboral o escolar y social.

A día de hoy sigue sin conocerse la causa exacta del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad. Hasta el momento se sabe que es un trastorno muy complejo en donde diversas variables pueden influir en su explicación.Ya sean de origen genético, como ambiental o psicosocial.

Es importante tener en cuenta que las variables de origen psicosocial ejercen una influencia importante sobre el TDAH, su pronóstico y evolución.

Factores genéticos como influencia en el Trastorno por Déficit de atención

Los estudios sobre las causas genéticas de este trastorno, han encontrado una relación importante entre los niños o niñas que poseen tdah con la presencia de este trastorno en algún miembro de la familia. Es decir si un miembro de una familia posee TDAH, la probabilidad de tener un hijo o hija con TDAH es mayor que en una familia dónde no haya ningún miembro con este trastorno.

De igual forma, se ha evidenciado que existe una comorbilidad alta entre la presencia de este trastorno y la presencia de trastornos de aprendizaje, de ansiedad o del estado de ánimo en los progenitores. Los estudios que se han realizado en gemelos suponen una correspondencia genética para este trastorno.

A nivel de genética molecular, se ha logrado identificar la presencia de ciertos genes defectuosos que parecen modular de forma anómala las conexiones cerebrales. Estos genes afectan al cerebro y su relación con la dopamina y la noradrenalina. Ambos son neurotransmisores que se relacionan con el foco atencional y la capacidad para concentrarse. Además, la dopamina se encarga de de inhibir o regular la actividad neuronal que interviene en las emociones y el movimiento. De esta forma, se evidencia un fallo en el desarrollo de los circuitos cerebrales en que se apoya la inhibición y el autocontrol.

Factores biológicos que explican la causa del TDAH

Otro hecho relevante descubierto en diversos estudios tiene que ver con aspectos electrofisiológicos. Se ha encontrado que los niños con TDAH muestran una actividad anormal en los electroencefalogramas. Aparecen anomalías relacionadas con la tasa cardíaca, la conductividad de la piel y la reacción cerebral ante la estimulación, pues parecen estar disminuidas. Debido a este motivo se sospecha que los niños con este trastorno son excesivamente activos. Se considera una forma de buscar estimulación que un niño normal consigue más fácilmente.

Las avanzadas técnicas de imagen cerebral han permitido a los investigadores conocer que áreas cerebrales se encuentran afectadas en el trastorno del TDAH. Estas áreas son la corteza prefrontal y los ganglios basales. Asimismo, se ha encontrado que algunas áreas del cerebro se desarrollan tardíamente o son más pequeñas de lo normal en niños que presentan este trastorno. Estas áreas del cerebro que parecen verse afectadas en el TDAH son el cuerpo calloso, el núcleo caudado y algunas áreas del cerebelo.

Los estudios de neuroimagen en niños con este trastorno también han revelado una reducción del flujo sanguíneo en el lóbulo frontal. Es aquí donde se encuentran las funciones ejecutivas superiores, el córtex parietal, y el cerebelo. Asimismo también se ha observado un aumento del flujo sanguíneo en la corteza sensoriomotora. 

Factores ambientales vinculados a las causas del TDAH

Como la causa genética no explica aún la etiología del TDAH, se ha continuado investigando otros factores. Por ello, se han estudiado variables de índole biológica y ambiental que pudiesen influir en la presencia del mismo.

Uno de los factores que ha sido ampliamente estudiado por su implicación negativa en el correcto funcionamiento del cerebro y sus funciones cognitivas, es la exposición al plomo.

factores de riesgo del tdah en recién nacidos

Los traumatismos craneoencefálicos o la presencia de alguna lesión en el cerebro pueden ser causa de este trastorno. El haber sufrido alguna infección como meningitis o encefalitis se ha asociado como una de las causas del TDAH.

Se sabe que las complicaciones durante el embarazo o el parto se relacionan con la aparición del TDAH. De igual forma, el bajo peso al nacer, nacimiento prematuro, o la hipoxia (falta de oxígeno), se relacionan con la causa de TDAH.

Existe relación entre la exposición durante el embarazo a ciertas sustancias con la presencia del déficit de atención por hiperactividad. Entre ellas se encuentran el alcohol, nicotina, algunas sustancias psicotrópicas, y ciertos fármacos.

En algunos estudios ponen énfasis en la importancia de la alimentación en este tipo de trastornos. Además, aparece mayor presencia en los índices de alergias en los niños que presentan este tipo de trastornos. Aunque, estos estudios no son concluyentes.

Factores psicosociales que influyen en la etiología del TDAH

Las variables del contexto se consideran críticas en la interacción entre el gen que influye en el desarrollo del trastorno y el ambiente, pues modulan la manifestación de este trastorno  y la capacidad del individuo para adaptarse al ambiente. Las variables psicosociales que pueden influir o agravar las manifestaciones del TDAH son:

  • Los conflictos que pueden haber en la familia.
  • El nivel de estabilidad-inestabilidad que proporciona el contexto y el ambiente familiar
  • La relación negativa de los niños con sus padres,
  • El maltrato o la negligencia.

Una vez expuestas las variables que influyen negativamente en el curso del TDAH, cabe mencionar las variables psicosociales que influyen positivamente. Algunas de estas variables son:

  • Un hogar que proporcione estabilidad y comprensión al niño.
  • Rutinas claras y organizadas.
  • Apoyo escolar y terapéutico.

Prevalencia del TDAH

Hace unos años la prevalencia del TDAH se encontraba en torno al 4%-6%. Los últimos estudios epidemiológicos dan cifras que rondan el 20%. La prevalencia exacta de este trastorno puede variar dependiendo de varios factores como los sistemas de clasificación utilizados para diagnosticar, al tipo de muestra empleada y las características sociodemográficas de la misma. 

De acuerdo a los criterios del DSM-IV la prevalencia de este trastorno se sitúa entre el 3-7% (5%), mientras que con la CIE-10 la prevalencia es del 1,5%.

El TDAH es crónico y comienza a revelarse antes de los 7 años. Se estima que más del 80% de los niños continuarán presentando problemas en la adolescencia, y entre el 30-65%, en la edad adulta.

En un estudio poblacional muy interesante han llegado a las siguientes conclusiones:

Se han encontrado 108 casos con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (prevalencia del 2,28%), el 23,15% niñas y el 76,85% niños. La edad media de diagnóstico es 7,89 años. El motivo de consulta más frecuente son los problemas de aprendizaje (39,82%). El diagnóstico y seguimiento lo realizan neuropediatras en el 48,15 y 50% de los casos respectivamente. En el 64,8% de los casos el diagnóstico se realiza según los criterios del DSM-IV combinado con escalas y valoración psicopedagógica. El 63,89% recibe tratamiento farmacológico, además de psicopedagógico. El fármaco más utilizado (88,88%) es metilfenidato. El 25,25% presentaron efectos secundarios. Existe comorbilidad en un 45,37% (trastornos del aprendizaje 27,12%).

Comorbilidad del TDAH con otros Trastornos

Una gran variedad de trastornos pueden confundirse con el TDAH o que aparecen de forma conjunta. Esto ocurre en cerca de dos terceras partes de los niños remitidos a consulta por TDAH.

  • Trastornos de la Conducta Disruptiva: El Trastorno Oposicionista Desafiante o Trastorno Disocial pueden llevar a estos niños a cometer conductas disruptivas y ser muy reactivos con las figuras de autoridad o incluso a cometer actos delictivos. Estudios demuestran que la prevalencia de estos trastornos en niños diagnósticados de TDAH es de entre 40-60%. Siempre que haya problemas de conducta en diferentes entornos es necesario intervenir con programas de modificación de conducta.
  • Trastorno del Estado de Ánimo: Principalmente se habla de Ansiedad y Depresión. De los niños que padecen TDAH, entre un 20-25% padece también uno de estos trastornos. Se cree que puede deberse con el desarrollo de la baja autoestima e inseguridad interfiriendo en la motivación del individuo, el manejo de sus emociones y la respuesta efectiva ante las demandas del ambiente. 
  • Trastornos del Neurodesarrollo como el Síndrome de Tourette, Asperger o Autismo tienen una alta comorbilidad con el TDAH. El síndrome de Tourette y el trastorno de tics suelen presentarse junto con el TDAH en un 18% de los niños.
  • Trastornos del Aprendizaje, Dislexia, Discalculia, Disortografía o la disgrafía aparecen en más de un 20% de los niños y niñas que presentan TDAH.
  • Trastornos del lenguaje oral como la disfemia (tartamudez), taquifemia o dislalias son frecuentes en niños con trastorno déficit de atención con hiperactividad.

Otros datos a tener en cuenta:

El niño hiperactivo tiene 4 veces más posibilidades de sufrir accidentes y lesiones graves que el niño sin este trastorno, debido a su impulsividad y a la presencia de trastornos de la coordinación motora.

En el caso de adolescente y adultos con TDAH se puede presentar abuso de sustancias y alcohol. Además, tienen mayores probabilidades de experimentar embarazos no deseados (40%), enfermedades transmitidas sexualmente (16%) y accidentes de coche por conducir a una velocidad imprudente o por falta de atención.

Nuestras conclusiones y recomendaciones sobre el TDAH

Desde funcionesejecutivas.net consideramos muy importante una pronta detección e intervención de las personas que presentan TDAH para elaborar estrategias, solventar y disminuir los posibles problemas o dificultades asociadas a dicho Trastorno.

Os presentamos una serie de Lecturas interesantes sobre este tema y recursos a los que recomendamos echar un ojillo

CT Rodríguez González, MI González Marcos, ML Arroba Basanta, L Cabello Ballesteros. Prevalencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad en niños de una localidad urbana. Rev Pediatr Aten Primaria vol.19 no.76 Madrid oct./dic. 2017

El enlace Libro Blanco del TDAH, 2013 donde podéis encontrar más detalladamente qué hacer en cada fase del proceso: sospecha, diagnóstico y tratamiento.

A. Lora Espinosa. El tratamiento del niño y adolescente con TDAH en Atención Primaria desde el punto de vista de la evidencia. Rev Pediatr Aten Primaria. 2006;8 Supl 4:S69-114.

Marina Ramírez Pérez. Tratamiento cognitivo-conductual de conductas disruptivas en un niño con TDAH y Trastorno Negativista Desafiante. Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes Vol. 2. Nº. 1 – Enero 2015 – pp 45-54

Orjales Villar, I. El tratamiento cognitivo en niños con trastorno por déficit de atención con Hiperactividad (TDAH): revisión y nuevas aportaciones. Anuario de Psicología Clínica y de la Salud, 3 -82007) 19-30

M. Loro-López, J. Quintero, N. García-Campos, B. Jiménez-Gómez, F. Pando,P. Varela-Casal, J.A. Campos, J. Correas-Lauffer. Actualización en el tratamiento del trastorno por déficit de atención/hiperactividad. REV NEUROL 2009; 49 (5): 257-264